La sagrada orgía
La sagrada orgía
He tenido un sueño.
Un sueño en el que el amor, la pasión y la libertad se fundían en un primario abrazo.
Un sueño de colores intensos y brutales que pintaban una realidad más allá de lo abarcable con una sola mirada.
Un sueño de civilizaciones que se derrumbaban y en el que toda la podedumbre arrastrada durante siglos se disolvía en una gloriosa y sagrada orgía de la que nacía un nuevo rumbo para la Humanidad.
Un sueño en el que cabalgábamos sobre el cadáver ensangrentado de las religiones, los imperios, la economía y las ideologías.
El encuentro de los opuestos iguales era llevado a cabo.
El caos triunfaba sobre la muerte.
El caos engendrando el orden.
La liberación a través del amor.
El amor como guía.
Un sueño de libertad.
Un sueño de destrucción creadora.
Después de tantos siglos
Jesucristo y Mahoma se han encontrado
cara a cara,
al fin,
después de tantos siglos
después de tantas infamias
después de tanto dolor,
al fin,
después de todo,
se han encontrado
y sus manos ásperas y encallecidas se buscan
se acarician,
recorren sus barbas,
sus mejillas,
sus bocas,
sus cuerpos
y se entrelazan en un abrazo que convulsiona las torres almenadas.
Los ídolos son abatidos,
caen de sus pedestales marchitos,
al tiempo que los dos profetas hunden sus bocas en el abismo del beso,
mordiendo sus labios hasta sangrar,
una sangre negra
que atormenta a los guardianes de la fe.
Y tomando sus vergas dormidas
las hacen despertar del letargo de la historia,
las acarician,
juegan con ellas,
las hacen chillar,
como serpientes aladas con escamas de plata
hasta penetrar en sus más oscuros rincones.
Gozan como dos enamorados,
ladran como perros,
como gloriosos humanos,
al fin,
como humanos.
El anciano brutal
―Aquél
cuyo nombre es im-
pronunciable―,
lleno de odio y resentimiento,
contempla a sus dos hijos,
fornicando a lomos uno del otro,
sobre un lecho de flores marchitas.
Con los ojos llenos de lágrimas se pregunta:
¿valió la pena todo lo que creaste, astuto y cruel prestidigitador?
¿los desiertos no atravesados,
la soledad de las rocas,
los elixires no degustados,
el misterio de tus venas,
la algarabía enjaulada…
valieron para algo más que para acrecentar tu ego jamás satisfecho?
Ahora lloras,
de dolor y de impotencia.
Pero tal vez no fue todo en vano
y de tus últimas lágrimas secas
brotarán árboles que griten al viento salmos y letanías
que borren tu recuerdo.
Yaveh
seca tus lágrimas y besa la frente de tus hijos.
Y allí estoy yo,
junto a las dos Marías, mis dos hermosas muchachas,:
la santa ramera
y la prostituta sagrada.
Las dos besan mi arcano rostro, surcado por cicatrices más profundas que el tiempo.
Acarician mis miembros con sus lenguas de fuego,
lamen mis secas heridas.
Abrazadas a mi pecho,
ancho y robusto como el universo,
me susurran al oído
palabras obscenas que jamás fueron pronunciadas.
¡Ah,
mis hermosas hieródulas!
os amo
a las dos
y en el amor que os profeso
me amo a mí mismo
y odio
al Padre, al Hijo, al Espíritu Santo
y a mí mismo antes de conoceros
y a todos los gusanos
que nos observan,
devorándonos a través de la historia.
Ellas me aman y yo, Macho Cabrío, las satisfago con mis múltiples vergas.
María, madre de Cristo, traga mi espada flamígera
y María Magdalena, esposa de Cristo, besa con sus castos labios
mis párpados cansados
dejando hacer a mis manos
lentas
pesadas
furiosas
sobre una alfombra de nieve cálida.
Nuestro amor nos sobrevivirá y clavará mil puñales en los miserables corazones de hielo negro.
El Padre, creador de todas las cosas y de ninguna,
observa,
deja hacer a sus hijos,
se sabe muerto.
Por primera vez en el huracán de lo continuo
ha comprendido su culpa.
Se sabe muerto
y lo celebra emborrachándose sobre su tumba.
Comienza a menear su vieja y gastada polla,
masturbándose rítmicamente
como aquella única vez que de su flácido miembro brotó un semen podrido
fecundando un océano de lodo infecto.
Nuestra Madre renace,
regresa de las catacumbas para reivindicar su reino
y agarrando el patético falo con sus manos fuertes y hermosas
lo corta con su puñal de alabastro.
¡Ha caído!
¡El reinado de la muerte ha terminado!
Jamás volveremos a ver su miserable rostro.
Todos cantan,
todos bailan,
santifican la Sagrada Orgía
que celebra el triunfo de los hijos del Rebelde.
Aleluya!
gritan ebrios
Aleluya!
Los ancianos danzan alrededor de la hoguera,
maldiciendo al Profeta,
vencidos que regresan chasqueando sus huesos,
llevando la gasolina que alimentará el fuego perpetuo.
Y de las cenizas nunca volverá a nacer un dios,
pues no hay más dios que yo mismo
y tú y todos nosotros,
nada hay más divino que la humanidad.
Ya no más profetas,
ya no más sacerdotes,
ya nada más que el Hombre y la Mujer
unidos para derribar a dios de su trono y escupir sobre su asqueroso cadáver putrefacto.
¡Gloria a la Humanidad!
¡Viva el reino del amor y la libertad!
Un sueño.
Sólo fue un sueño,
me repito,
pero el calor de su recuerdo me golpea con violencia.
Borracho de orgullo y pasión
perdido en el desierto de lo real aparente
vago por los senderos abandonados,
buscando el camino,
esperando el momento,
pues en mi mano
está convertir el sueño en realidad.
El tiempo de los esclavos termina…
uníos a la humanidad libre
o seréis juzgados como traidores.
¡Larga vida a la Humanidad libre!
¡Muerte a Dios y a los falsos profetas!
¡Guerra a muerte a los que defienden la muerte!
Maese Huvi
5 Comments:
Andrés: hace ya tiempo te pedí que dejaras la mala costumbre de dejar mensajes en mi blog UNA Y OTRA VEZ, mensajes sin ton ni son, que nadie entiende y que son producto de una mente... algo peculiar. Te pido, por favor, que no dejes más mensajes raros en mi blog. Borraré el que dejaste hoy, porque no tiene ninguna relación con el tema del que tratamos.
Hazlo, por favor, por los lectores de la blogósfera sana, que hay mucha gente que está aún bastante lejos del manicomio... a diferencia de otra.
Por favor, no insistas en poner largos y latigudos poemas sin sentido en mi blog.
Ok?
Te dejé este comentario en mi blog. Y te pido que, por favor, nos dejes en paz. Vive tu vida de medio locateli y deja a la gente cuerda en paz. En otras palabras, déjanos -a los lectores de mi blog y a mí, en paz. De acuerdo?
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Para que nadie se extrane, yo borré el comentario de arriba y dejé este mensaje en el blog del sujeto este que parece que está medio "cucú".
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Andrés: hace ya tiempo te pedí que dejaras la mala costumbre de dejar mensajes en mi blog UNA Y OTRA VEZ, mensajes sin ton ni son, que nadie entiende y que son producto de una mente... algo peculiar. Te pido, por favor, que no dejes más mensajes raros en mi blog. Borraré el que dejaste hoy, porque no tiene ninguna relación con el tema del que tratamos.
Hazlo, por favor, por los lectores de la blogósfera sana, que hay mucha gente que está aún bastante lejos del manicomio... a diferencia de otra.
Por favor, no insistas en poner largos y latigudos poemas sin sentido en mi blog.
Ok?
Será suficiente? Habrás entendido? O tengo que insistir en pedirte que nos dejes en paz?
Ya sé que dirás, que soy muy tonta para entenderte. Puede ser, cuando una es doctora en derecho de una Universidad del sur de Alemania, a veces no entiende a las charlatanes.
Te deseo lo mejor y que no te aparezcas más por mi blog, porque no es la primera vez que te lo pido. Y espero que esta vez, no me digas que soy muy tonta para entenderte, como me dijiste ya una vez.
No sabes cuán poco me interesa entenderte! No te imaginas!
Hasta nunca, como te dije más arriba, te deseo lo mejor.
jajaj
parece que apretaste mucho a esa tía...
jajaj
simpaticé con tu espiritu acrata
y blasfemo...
saludos
de un sudaca
pusmoderno
Sr: Publique sus basuras donde le den espacio. No me interesan. Le adverti que si segui publicando estas porquerias en mi blog le llenaria la casilla de spam. Vd. se lo ha buscado.
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